Editorial: Ceibo
La escritura de Eugenia Prado habla desde la imposibilidad de la palabra. La palabra cercada, todos estos secretos de infancia son una historia apenas revelada por el epistolario familiar, de la confesión, y la letra de una madre que escribe, desde el desborde de la mirada cómplice que es testigo y pulsión, y que desarticula desde la escritura, la posibilidad del decir, de una revelación que nombra a estos «pequeños cuerpos habitados por una lengua», desde la multiplicidad de voces y sujetos que entrecruzan e intervienen el discurso de lo silenciado. Aquí aparece el arrojo de trazar esas declaraciones sobre los márgenes de la palabra y por sobre la clausura de estas bocas, rescatadas como una marca permanente del recuerdo o como un testimonio desde el amor y desde el miedo. Los «aterradores objetos» de esta novela están inscritos desde el reclamo del cuerpo amordazado por la histeria del deseo. «¿Qué haces que siento que me muero?» de ese amor (terrible) que debe habituarse al encierro. Los primeros deseos que crecen en ausencia de la autoridad que castiga, pero en presencia de las madres y su encubrimiento. En este libro, todos son víctimas y cómplices, todos están instalados como resistencia contra el horror de volver a enmudecer. La novelística arriesgada de Eugenia Prado desafía todas las formas de género al plasmarse en fragmentos de poesía, documentos, bibliografía, discursos; exigiéndonos una lectura desde esa deconstrucción, para poder dimensionar la significancia radical y la inscripción estética de esta propuesta.
Diego Ramírez, poeta